Esta vez os quiero mostrar un enlace muy especial para mí, la boda en Petrer, en Alicante, de Andrés y Olga. Especial, ya que Olga es una gran amiga mía que conocí gracias precisamente al fantástico mundo de la fotografía hace varios años.

Y también al mismo tiempo fue una boda diferente para mí, porque en un mismo día los novios decidieron hacer dos fiestas de celebración, una de mediodía sólo con la familia, y otra por la noche en la finca que posee la familia de Andrés, para todos los amigos.

Empecé bien pronto desplazándome hasta la localidad de Aspe, donde me dirigí a la vivienda que poseen los dos. Allí me esperaba Olga con su eterna sonrisa, acompañada de su madre, mientras unas buenas amigas las peinaban y maquillaban.

Una vez peinada y maquillada, Olga salió de su casa acompañada de su amiga Carmen con dirección a casa de sus padres. Punto de encuentro familiar donde Olga se enfundaría su maravilloso traje de Rosa Clará, sus zapatos de la casa Lodi Novias y recogería su colorido ramo de flores, elaborado por la Floristería Naturaleza Tropical de Petrer.

Su madre le puso el detalle final con una pulsera de puntilla que le había elaborado con mucho amor para esta ocasión tan personal.

Rápidamente salí hacía Petrer, localidad de Alicante donde se encontraba la casa de los padres de Andrés, y también donde iba a transcurrir todo el día lleno de emociones, que hicieron que me sintiera orgulloso de ser fotógrafo de bodas.

Andrés me esperaba rodeado de toda su familia “Los Cano”, que no era poca. Pero que derrochaban amabilidad y saber estar por todas partes.

Salimos de la casa, y nos dirigimos a pie hacia el lugar donde se iba a celebrar el enlace, el Castillo de Petrer.

Andrés iba en todo momento del brazo de su hermana Begoña, de la que no se separó ni un instante.

El paseo, muy al estilo de las películas españolas de antes, me pareció muy original y cargado de alegría. Fue una subida al castillo costosa por la pendiente, pero que me supo corta por el buen rato que estaba pasando.

Una vez llegamos a la explanada del castillo, allí esperaban un pequeño grupo de amigos y amigas que acompañaron al novio hasta la puerta de entrada, lugar donde Andrés quedó a la espera de la llegada de su querida Olga.

Olga llegó a la subida del castillo en un coche conducido por su hermano pequeño, David, y acompañada de sus padres.

La llegada de la novia a la explanada del castillo fue muy emotiva, ya que el grupo de amigas que la esperaban, ataviadas con una pamela rosa cada una, rompieron en aplausos a su llegada. Hecho que emocionó a la novia, y sacó como resultado otra de sus enormes sonrisas.

Andrés y Olga se encontraron en el salón principal del castillo, donde ella llegó de la mano de su querido padre, y él la esperaba al lado de su sonriente hermana.

Fue una ceremonia cargada de textos llenos de amor, de demostraciones de amistad y de fidelización familiar. Una gran dosis de sentimientos compartidos de los que fue maestro de ceremonias el Excelentísimo Alcalde de Petrer, Don Alfonso Lacasa Escusol.

Una vez terminada la ceremonia, un grupo de amigas de los novios les dio una pequeña sorpresa en forma de desfile de banderas, que supuso un previo al lanzamiento del arroz por parte de los invitados en la explanada del castillo.

Terminados los abrazos y enhorabuenas de los invitados, nos desplazamos al Salón Indalo, donde se celebró la comida familiar.

A media tarde y cuando los novios ya habían terminado la celebración familiar, era el momento de realizar unas cuantas fotos de exteriores por el casco antiguo de Petrer.

Sus callejuelas y encantadores rincones fueron testigos del gran amor que se profesa esta pareja.

El recorrido lo terminamos delante de la ermita del Santísimo Cristo del Calvario o de la Sangre.

Nuestro siguiente destino era dirigirnos al lugar de la celebración final, del colofón de todo un gran día de festividad.

Nos íbamos a la Finca de los Cano en el paraje natural de Aguarríos en Petrer. Una finca que encontraría totalmente decorada con farolillos, flores y demás, elaborado todo por los novios.

Allí la pareja pudo disfrutar de la presencia de todos sus grandes amigos y familiares, y sellaron definitivamente su amor delante de todos.

Sinceramente esta boda de Andrés y Olga en Petrer, en Alicante, me sirvió para disfrutar de nuevo de una enorme dosis de emociones y alegrías.